viernes, 23 de marzo de 2012

Capítulo LXXXII. Culp... De cómo el Duque sale en defensa de sus familiares, exculpando a su cónyuge a su suegro. Y de cómo algunos malpensados no entienden tales declaraciones y aplican el viejo dicho de "excusatio non petita, accusatio manifesta".

Traicionera puede ser la poesía.






Se empeña el Duque
en convertirse en adalid de sus allegados.
Se afana por hacerse un hueco en los corazones
de quienes tienen apego a Reyes, Infantas y Princesas.

Pobre Duque, presa de remordimientos.
Claro que, con la cartera repleta,
dicen,
los remordimientos son más livianos.
Y las penas, como con pan y vino,
son menos penas.

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