martes, 24 de abril de 2012

Capítulo CXXXIII. Tengo Hambre (IX). Que viene a ilustrar cómo el hambre está llamada a convertirse en instrumento de mercadeo. Y cómo nuestra sociedad se encamina hacia una carestía tal, que, a falta de otros bienes, hasta el hambre será cotizada (incluso en bolsa).

Ojalá mi reino estuviera fuera de este mundo.
¿Y el consuelo?
Perdido, rodando por el suelo.
Hace tanto que la dignidad no existe,
que las miradas rehuyen mirar al cielo.

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