martes, 1 de mayo de 2012

Capítulo CXLII. Censura. En el que se narra la triste, tristísima historia, de cómo en Televisión Española se mutilan discursos contrarios al poder, se alteran parlamentos que muestran rabia e inconformismo, y se anula la palabra de quien dice lo que ellos no quieren oír. Y de cómo la situación se hace más penosa pues pensábamos que situaciones así no volverían a ocurrir.


Y al gusano lo llamaron censura.
¡Qué triste pensar que al tea___
le niegan la pala___,
censuran el descan__
de decir lo que se pal__,
de expresar que estamos har___!

¡Qué pena que unos cuan___
se crean con dere___
de suprimir el dere___
que dábamos por alcanza__!

¡Qué rabia que los vo___
estén tan adultera___
como para permitir de este mo__
que renazca lo fina__
y resucite el no__!

¡A la mier__!
¡Que se vayan a la mier__!
¡Que nos meten en la mier__!
¡Vaya mier__!



(La retransmisión de la entrega de los premios Max,
por parte de TVE, censura algunas partes
de los discursos más críticos con las políticas culturales.
Aducen falta de tiempo.)

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