martes, 20 de octubre de 2015

Capítulo 1.525. Sucios refugiados

Ojos cerrados frente al drama. Oídos sordos para no escuchar los llantos. Bocas mudas para que nadie nos escuche quejarnos.
Algunos se atreven a hablar de "trigo limpio". Frente a sus trajes anacrónicos cargados de metros y metros de cola roja, me quedo con los manchados por el barro. Tras su porquería, esconden mucha más dignidad que la mayoría de los mitrados.

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