Capítulo XVII. Nadie. Nadie, que enfrente no hay nadie, que es nadie la muerte si va en tu montura. Galopa, caballo cuatralbo, jinete del pueblo, que la tierra es tuya.
Con la ingenuidad del Quijote; con la esperanza que esconde el juguete infantil...
¡A galopar, a galopar hasta enterrarlos en el mar!
muy chulo
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarLa verdad es que es uno de los trabajos que más me gusta de cuantos he hecho.