Y la banca se hizo fuerte. Quiero decir, más fuerte todavía. |
Todas las cuentas dan el mismo resultado: deuda.
Es lo que ocurre cuando se hacen las cosas mal.
Y esto se hizo mal desde el principio, pues nunca se previó
cómo superar tanto despilfarro, ni se tuvo en cuenta
que los amos de la economía jamás renunciarían
a su parte del pastel.
Lo que nunca ha estado claro del todo,
pues todo apunta a que el pastel es
enteramente suyo, y no sólo una parte.
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