sábado, 17 de marzo de 2012

Capítulo LXXIV. Arruinadas. En el que se explica cómo las autonomías baten el récord de deuda y de quién se beneficia de ello.

Y la banca se hizo fuerte.
Quiero decir, más fuerte todavía.




Todas las cuentas dan el mismo resultado: deuda.
Es lo que ocurre cuando se hacen las cosas mal.
Y esto se hizo mal desde el principio, pues nunca se previó
cómo superar tanto despilfarro, ni se tuvo en cuenta
que los amos de la economía jamás renunciarían
a su parte del pastel.
Lo que nunca ha estado claro del todo,
pues todo apunta a que el pastel es
enteramente suyo, y no sólo una parte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario