jueves, 5 de abril de 2012

Capítulo XCIX. Ruina. En el que se ve cómo los presupuestos cargan tintas donde nunca se deberían cargar, y descargan miseria donde nunca deberían descargar. Y de cómo tratan de convencernos de que son los presupuestos que necesitamos (¡Ay, si ellos supieran lo que de verdad necesitamos!)

¿Seremos un 21,2%
menos cultos a partir de ahora?


De risa. O de llanto.
De risa, que se recorte el 21,2% del presupuesto de educación, cultura y deportes, mientras que el  de presidencia baja sólo un 3,8%.
De risa, que sanidad, servicios sociales e igualdad pierdan el 13,7%, e interior un 4,3%.
De risa, que industria, energía y turismo bajen el 31,9% y defensa el 8,8%.
De risa, que no lloremos más.
De risa, que no nos pasemos el día entero llorando.

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