Capítulo CLVIII. Desilusión. En el que se narra cómo los jóvenes salen a la calle, y gritan, y se indignan, y quieren hacer más, y no les dejan, y sienten que no pueden, y gritan, y se indignan, y quieren hacer más, y... O de cómo nos minan la moral a fuerza de desvergüenza.
¡Qué caro nos está saliendo tanto ahorro!
Desde su escaño el mundo tiene color rosa.
Desde nuestro negro futuro, tornaremos el rosa en rojo.
¡Cuánta ira contenida, Fernando!
ResponderEliminarCuánta ignominia suelta y asilvestrada. ;)
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