¡Cómo me recuerda el discípulo
al maestro!
al maestro!
Y es que en la mirada de los dos logro leer el desprecio.
Desprecio a la verdad.
Desprecio a la gente.
Desprecio a la inteligencia que no nos suponen.
Insisto:
¡Cómo me recuerda el discípulo
al maestro!
Desprecio a la verdad.
Desprecio a la gente.
Desprecio a la inteligencia que no nos suponen.
Insisto:
¡Cómo me recuerda el discípulo
al maestro!
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