libros de caballería y no por ver en la tele tanta tontería.
Echo de menos los tiempos en los que la locura era tan sana
como para confundir cueros de vino
con el gigante Pandafilando,
y no tan insana como parar convertir en ídolos
a los que viven de dar patadas
a un cuero en el campo de fútbol.
como para confundir cueros de vino
con el gigante Pandafilando,
y no tan insana como parar convertir en ídolos
a los que viven de dar patadas
a un cuero en el campo de fútbol.
Echo de menos los tiempos en los que un loco veía
en los rebaños de ovejas hordas de enemigos, y no hoy,
que las hordas de políticos nos tratan como a borregos
en los rebaños de ovejas hordas de enemigos, y no hoy,
que las hordas de políticos nos tratan como a borregos
Echo de menos el libro, el amigo, el libro, el maestro, el libro, el compañero, el libro, el padre, el libro. Echo de menos ser libre con esa loca libertad que sólo sabe regalar un libro
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