martes, 21 de julio de 2015

Capítulo 1.435. Sin dios ni amo

La de tonterías que estoy leyendo estos días a propósito de si las autoridades locales deben ir o no en las procesiones de los patrones de las ciudades. Y es que unos cuantos ediles se han negado a hacer el paripé y han anunciado que, fieles a su ideología, no procesionarán junto a Cristos, Vírgenes o Santos.
Lógico. Tampoco los obispos encabezan las manifestaciones pro abortistas.
Y es que la discusión debería ser otra. Viviendo en un estado aconfesional (dicen) ¿Qué pintan los santitos ejerciendo el patronazgo de villas y lugares?
A la iglesia, aún le queda mucho por asumir. Y a los nuevos concejales les corresponde mantenerse en su lugar para conseguir que lo que está escrito en un papel llegue a ser una realidad.

2 comentarios:

  1. No acudir a los actos en honor al Patrón de una ciudad es un desplante al pueblo. Los Patronos lo son de todos los ciudadanos, crean o no en ellos y el alcalde debe ser alcalde de todos los ciudadanos, le hayan votado o no y crean lo que crean.
    Lo de Santiago de Compostela es una provocación.

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    1. Quizás merezca la pena plantearse qué pinta el patronazgo religioso en una sociedad laica. Ni es lógico que los obispos acudan a las manifestaciones pro aborto, ni ninguna autoridad debe estar obligada a asistir a acto religioso alguno.
      La religión debe mantenerse en el más estricto ámbito de lo privado.

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