¡Qué bien eligen las palabras y con qué imprecisión las manejan!
Las deforman, las maltratan, las adulteran, las castran.
Nos engañan a través de ellas... Y el arma pasa a ser "alma". Y la economía es sólo suya.
¡Qué bien eligen las palabras! ¡Qué mal los elegimos a ellos!
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