Cada día nos toman más el pelo. España, en su infinita misericordia, con su inmenso afán caritativo, ampara a 19 refugiados.
"¡Es una experiencia piloto!", dicen. Y yo tengo claro que con este piloto vamos a llegar muy poco lejos.
Debe ser el mismo que pilota la máquina de nuestra recuperación, que lleva años viendo la luz al final del túnel, pero que va a velocidad tan lenta que no llega nunca a su meta.
Debe ser el mismo que pilota la máquina del bienestar en España, que no va lento, sino bastante rápido, pero marcha atrás.
¡¡¡19 refugiados!!! Ojalá recaigan sobre la conciencia del piloto las muertes de cuantos se quedan en el camino sin que nadie acuda a socorrerlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario