¡Qué chasco se lleva uno! En todo el caso este de los reyes solidarizándose con un (presunto) corrupto, lo más grave es que la prensa filtre las conversaciones de su majestad con el interfecto.
El ministro de Justicia clama al cielo y se pregunta si debe actuarse con el mayor de los rigores... Contra la prensa, claro.
A mí me asquea tanto esta gente, que siguiendo los consejos de un amigo, acabaré por desterrar las palabras izquierda y derecha y yo también me decantaré por "los de arriba" y "los de abajo". Y,como asumo que soy de los segundos, emplearé cada esfuerzo en descabalgar a tanto jinete malicioso como galopa por España.
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