En ocasiones me surgen dudas acerca de si debo o no publicar determinado chiste. Es como si me entrase un ataque de ética, como si se apoderase de mí un cierto instinto de "buenismo". Luego miro a mi alrededor o escucho las noticias. Entonces se crece la vena de mi instinto y me lanzo, con energías de justiciero, a denunciar, a criticar... A destapar.
Amén.
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