Un día, sin saber muy la causa, se te enciende la bombilla y entiendes la razón de esos nombres rimbombantes que le ponen a las cosas "importantes".
¡Ministerio de Fomento!
Jo, qué nombre tan chulo.
De la noche a la mañana, comprendo que se llama "de Fomento", porque fomenta el bienestar de los amigos que tienen pérdidas en sus negocios.
Al que se equivocó al comprar una casa y no poder pagarla luego, no le fomenta nadie, se la quitan, se la regalan al banco y aquí paz y después gloria.
Al que montó una tienda de complementos sin darse cuenta de que en el barrio ya había otras tres, y quebró (lógico), a ése, no le fomentó nadie, le dejaron en la calle con su agobio y sus pérdidas.
A los amigos, a lso que montan negocios absurdos, a los imitadores de auspiciadores de aeropuertos vacíos, a esos hay que fomentarlos. Se les compra la ruina, se les pagan cantidades astronómicas y se les bendice para que mañana monten otra estafa parecida.
Ministerio de Fomento. ¡Jo, qué nombre!
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