Helado me deja el conformismo de la gente. Tiritando de miedo, no de frío, la dejadez de la que hacemos gala. Nos vendemos a cambio de nada, nos conformamos con la miseria que nos venden. Nos arruinamos en la indiferencia y el hastío.
¡Cómo me avergüenzo de lo que dejo que hagan conmigo!
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