Se harta uno de que jueguen con nosotros a todas horas, que nos digan que no apoyan al gobierno y nos pongan como muestra que no votarán los presupuestos (ya veremos, que la palabra de ésos ya sabemos en qué consiste), pero que no se sumen a lo que de verdad puede funcionar, que no derroquen a un partido que ha empobrecido a los españoles, que busquen excusas, que traten de encontrar culpables...
¿Culpable? Culpable, esa pretendida izquierda vendida sujete a los designios del amo y que, con la mayor desfachatez, nos hablan del bien común.
Vergüenza de simulacro de izquierda, izquierda en diferido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario