Extrañas formas de explotación laboral, e indignantes justificaciones para que así se mantenga. Que nos han dicho estos días, que alguien que trabaja más de 10 horas diarias, sin sueldo, y por el "pretendido derecho a aprender" lo hace porque quiere.
Que no, hombre, que no. Que hay una ley que les obliga a hacer las prácticas. no en hostelería, sino en todas partes.
Que no, hombre, que no. Que mientras están explotados, no figuran en el paro, y así mejora las estadísticas cualquiera.
Que no, hombre, que no. Que si no asas por el trago de dejarte esclavizar un tiempo, no te contrata ni el tato.
¿Enseñan? Sí, claro, a ser trabajadores sumisos, ciudadanos callados, mentes dormidas. Toda una bicoca para gobiernos deshumanizados y organizaciones empresariales con ínfulas de traficantes de personas.
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