Como para no desconfiar.
Resulta que ayer el Banco Popular no representaba ningún peligro para accionista ni impositores. Unas horas después, sin embargo, se declara su quiebra. A los ahorradores nadie les cuenta nada, los accionistas han perdido todo su dinero (y nadie les ha preguntado, siendo los legítimos dueños)
Resulta que no hacía falta una intervención... Horas después, aplicando extraños protocolos europeos, sale a la venta, lo compra el Santander por un euro (más la obligación de invertir en su saneamiento). El Santander se convierte en el primer grupo financiero de España y yo tiemblo. Tiemblo, porque los mismos que me dijeron que no había riesgo, me cuentan que, como español, no me va a costar un duro.
Preparo la cartera, el atraco es inminente.
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