¿Qué fue de los tiempos en los que el periodismo era profesión de bien, con profesionales cargados de ética y principios?
¿Dónde están las empresas de información comprometidas, garantes de veracidad e integridad?
¿Murió la información asesinada por la opinión? No. No murió, la asesinaron.
A los telediarios, a los informativos de radio, me remito cada día.
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