Ahí está el gobierno negociando la adjudicación de la cafetería del Congreso. Ahí está, respetuoso del derecho a la huelga, exigiendo al adjudicatario que garantice que el servicio no se interrumpirá aunque haya huelga. Vamos, que o no deja a los trabajadores parar, como es derecho en otros oficios, o exige a los empresarios que contraten esquiroles.
De traca lo que creen los populares en el derecho a la huelga. Y de traca los fines tan nobles con los que los vulneran:¡El bar! ¡La cafetería! ¡Los cafés, los cubatas y los gintonics!
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