A los que salvan vidas, les acusan de favorecer la inmigración ilegal, y de asociación criminal.
Los que cercenan vidas se adueñan de balanza y espada y quieren poner la venda en los ojos al mundo entero.
Europa sigue siendo la asesina traficante de esclavos del pasado, la codiciosa que se repartió África en busca de sus riquezas. La egoísta que, como Juan Palomo, proclama el "yo me lo guiso y yo me lo como".
Asco de Europa. Mentira su bandera de estrellas en el firmamento.
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