Reconozco que, colgado de un puente, junto con otras dos personas, corté la A6 a su paso por Cerecinos de Campos (Zamora), porque, tras cumplir prisión, inhabilitaron a un insumiso que era (y es) maestro.
Reconozco que me encadené a la verja del Gobierno Militar en Salamanca.
Reconozco que estuve presente en muchos actos que terminaron con cargas policiales. Que me sacudieron en más de una ocasión y que ejercí la resistencia pasiva contra los agentes.
Reconozco que todos esos actos eran ilegales, pero que sirvieron para que el gobierno aboliera la proscripción y la mili dejara de ser obligatoria en España
Hoy, me podrían encarcelar por todo ello, acusado de ser un terrorista.
Me indigna tanto, que no digo más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario