Es bueno que insistan, que nos lo repitan mil veces, a ver si nos enteramos de una vez los díscolos, los malintencionados, los que buscamos la verdad incluso delante de nuestras narices. ¡Nadie está por encima de la ley!
Menos mal que nos lo recuerdan cada dos por tres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario