Artícuylo y chiste para https://salamancartvaldia.es/ |
Charlo con Emilio, el camarero. Me dice que no ve bien que
las Ferias del Libro se pongan en la Plaza Mayor. Me espeta que se priva a los
turistas de ver el monumento por excelencia, que no pueden hacerse selfies y
que se van frustrados de la ciudad.
Me río con desgana. Emilio, como otros, debe pensar que la
Plaza se cierra esos días al acceso de los turistas y no es así. Sencillamente
cambia su fisonomía y su centro se ocupa con casetas limpias, decorosas,
modernas, llenas de libros. Pero la Plaza puede verse igual, puede transitarse
igual. Por parte de los turistas y por cualquier salmantino.
Le digo que menosprecia la ciudad. Que nadie viaja a
Salamanca sólo por ver la Plaza Mayor, que siguen estando ahí, aguardando el
selfie correspondiente, la rana, el astronauta, las conchas y todas las piedras
doradas que construyen otros edificios maravillosos. Y que se cuentan por
docenas los monumentos que conforman el atractivo de la ciudad.
Me habla de la economía, del turismo, de la hostelería. Le respondo
que hay que otras economías que proteger: la de los libreros, los editores, los
autores, los ilustradores, los fotógrafos… La de los periodistas, que tienen
motivo de múltiples reportajes… la de los turistas que vienen a Salamanca
atraídos por una Feria en la que encuentran algo más que ranas y piedras.
También le digo que menosprecia a los turistas, que quien
quiere, encuentra la foto, porque estamos acostumbrados a retratarnos en los
lugares más extraños, con las poses más bizarras y que a lo mejor así obtienen
un recuerdo más personal, con mayor alma, de su paso por la Plaza Mayor de
Salamanca.
En el colmo de la ignorancia, me dice que quien quiera hacer
negocios, que se vaya de la Plaza. Me pregunto si querrá echar a todos los
empresarios que en ella tienen su sede, o si sabrá que durante años la Plaza
fue el punto de reunión de ganaderos para cerrar sus tratos. Nuestra Plaza fue,
desde antiguo, epicentro de negociantes, de vendedores, de tratantes, de
ganaderos… Y yo sigo sin ver por qué no lo puede ser de lectores y libros.
Otro día, le prometo, le contaré cosas del pasado de nuestra
Plaza, de cuando estaba viva, como viva debe seguir estando, de cuando no era
rehén de La Gaceta y de celulares con cámara fotográfica incorporada. Apuro mi
vaso de vino y me voy a pasear por la Plaza Mayor antes de que algunos la
conviertan en cementerio de recuerdos.
Desde la puerta, le invito a firmar una petición para que la
Plaza continúe siendo la sede de las
Ferias del Libro. Le remito a https://www.change.org/p/ayuntamiento-de-salamanca-mantener-feria-del-libro-en-la-plaza-mayor-de-salamanca?recruiter=17419528&utm_source=share_petition&utm_medium=facebook&utm_campaign=psf_combo_share_abi.pacific_post_sap_share_gmail_abi.gmail_abi&utm_term=share_petition&recruited_by_uuid=01de8420-a2e5-11e7-be4e-a1b8451d7167&utm_content=fht-14240160-es-es%3Av3&fbclid=IwAR3RB5X7zsOWMNi_7sMplJg0o6Ont6P_EG6SIZ7WOBWW4_y3BmPTXuCELFk
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