Ya está aquí la tercera ola, dicen. Y no es verdad: es la segunda, magnificada por la estupidez humana. Por cierto, que la segunda era la primera, pagando los platos rotos de tanto error de gestión.
Cómo me acuerdo de esa frase: "lo que arreglan por un lado, lo estropean por el otro". Que si levanto la mano, que si la economía, que si un respiro, que si estamos mejor... Y vuelta atrás.
Menos mal que tenemos Carnaval, y luego Semana Santa, para poder tropezar en la misma piedra. Si no, no seríamos los mismos, no seríamos los de siempre.
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