Les llaman "no esenciales", pero son esenciales para que coman sus familias.
Les ordenan que no abran o que restrinjan sus horarios, pero nadie les garantiza que puedan abrir mañana, cuando todo esto pase.
Les dan esperanzas, pero no lo suficiente para pagar comida, alquiler, calefacción, luz o agua.
Agoniza el pequeño comercio. Nuestros vecinos, los padres de lso amigos de nuestros hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario