Humorista gráfico

Foto Enrique Carrascal

A mi oficio de cuenta cuentos, antecedió el de humorista gráfico. Fueron años románticos en los que Saldaña encontró la posibilidad de hacer sonreír, de obligar a pensar, de ayudar a sentir.
La crítica se alternó con la crónica. Crítica de lo que ocurría en su tiempo. Crónica de cómo sucedía.
De esos años quedan nombres como El Adelanto (Salamanca), El Correo de Zamora, El Adelantado de Segovia (a través del suplemento semanal "El Monopatín")... Y la Universidad de Alcalá, cuya Fundación General se fijó en un joven que empezaba en el arte de garabatear periódicos y un día decidió reconocer su trabajo.
En otro tiempo, la tinta recorrió mi cuerpo. Hoy lo hacen los megas y los gigas. Y, como todo cambia, el soporte de mi trabajo no es tabloide, sino este blog que, sin la tiranía del trabajo diario, se presta a contener algunas viñetas reflejo de nuevos tiempos que nos toca dibujar.

Huerta, Salamanca, a 24 de diciembre de 2011