jueves, 26 de enero de 2012
Capítulo XXXIII. Desencanto. Donde se prosigue con la descripción de uno de los numerosos casos de desconcierto que protagoniza la dama del fiel y de la espada, y de cómo el desasosiego suma en el ánimo de algunos ciudadanos.
Una sentencia se me escapa.
- Traje una duda
colgada de su percha.
Traje un desencanto colgado de mi ánimo.
Traje un sinsentido.
- ¿Qué trajiste?
- Traje un traje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
‹
›
Inicio
Ver versión web
No hay comentarios:
Publicar un comentario