Capítulo XCII. Invisibles. De las razones (ocultas) de los hombres para pasar desapercibidos (cual camaleones) y de la urgencia de romper tal comportamiento para dejarse ver y hacerse oír. Y de cómo, de esta manera, haremos temblar a cuantos nos someten
Y así, libres para siempre,
lograron ser felices.
Mudos. Nos prefieren mudos.
Sordos. Les gustamos sordos.
Ciegos, mancos... Amordazados.
Así se hacen fuertes.
Así obtienen su ventaja.
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