Artículo y chiste para http://salamancartvaldia.es/ |
España, país
imaginario.
Seguimos con atención la parodia que llaman debate del
estado de la nación: ese engendro en el que nos quieren hacer ver que vivimos
en los mundos de Jauja, con recuperaciones milagrosas y ministros poseídos por
los espíritus de benefactores sublimes.
Seguimos con indignación el anuncio de las primeras medidas
aplicadas tras el famoso debate, que si la ley de segundas oportunidades, que
si las bonificaciones fiscales para los contratos indefinidos, que si cierta
cordura frente a algunos desahucios.
¡Indignación! Sí,
indignación, porque todas estas medidas podrían haberse aplicado antes, sin que
casi supusiera merma económica para el Estado. Y no quisieron hacerlo. Nos
deseaban pobres, amordazados, deseosos de verles dar algún paso en nuestro
beneficio, paso que sólo ofrecen cuando la estafa de las urnas brilla en el
horizonte.
¡Estafa! Sí,
estafa, porque esta democracia nuestra sólo se manifiesta cuando el
marionetista la asoma en el guiñol. Estafa porque nosotros sólo somos muñecos
de hilos, hilos atados en corto por delincuentes internacionales que juegan con
nuestras hambres y pisan nuestras dignidades.
La España del debate es un país imaginario donde los
dragones maléficos ostentan el rango de presidentes. Donde los reyes miran a
sus súbditos sin mover un dedo para ayudarles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario