Que no nos canten nanas, que no. No dejemos que nos duerman, que en nuestro descanso está su sueño: el sueño de seguir enriqueciéndose, el sueño de seguir arruinándonos.
Que no nos canten nanas, que tenemos que estar despiertos. Despiertos para echarles. Despiertos para mantenernos.
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