Diciembre del 2011. El estado de ánimo se me torció hacia la ironía y el ansia de denunciar, gritar, brincar por encima de las cabezas de los que nos hundían (y nos hunden) me invitaron a reciclar mi viejo blog, a eliminar escritos, versos y prosas, a suprimir alguna que otra viñeta antigua y a chillar, en forma de dibujo diario, que ya está bien, que estamos hartos, que pensamos, que no nos dejaremos aplastar con tanta facilidad.
Desde entonces y hasta hoy, 1.000 latidos han surgido de las tripas de mi ordenador.
Algunos necios, como los prebostes del Ayuntamiento de Villamayor de la Armuña (Salamanca), han tratado de cerrarme la boca (me han vetado como contador de cuentos en la localidad por un chiste aparecido en estas páginas). Otros, me han brindado su apoyo comentando, compartiendo, difundiendo el mensaje en las redes sociales, haciendo que cada dibujo llegue un poco más lejos... Y me enorgullezco al saber que hasta las pantallas de televisión recogieron alguna viñeta en un programa nacional nocturno de actualidad y crítica.
Mi deseo sería que el blog pudiera morir mañana, que alcanzásemos un Estado sin caciques, sin mentirosos, sin prepotentes, sin estos gobernantes mediocres empecinados en adornar nuestras tumbas con sus brotes verdes. Me temo que aún tendremos que esperar un tanto para verlo. Por eso, mientras llega ese momento, seguiré afilando el ingenio y continuaré colgando chistes y reflexiones que nos ayuden a superar cada momento con una sonrisa o con un poco de movimiento en nuestra masa gris.
Para finalizar, únicamente decir a cuantos os acercáis a este rincón para leer, para sonreír, para pensar... ¡Para luchar!
Gracias, gracias, gracias.