Tengo empacho de votantes del PP. ¡He estado tanto tiempo con ellos estas navidades, que estoy empanzonado!
Les agradezco, eso sí, haberme abierto los ojos. Haberme mostrado que estamos con un pie fuera de la crisis, a pesar de que el ahorro de los españoles, en 2016, haya caído a niveles de 2009.
Les quiero, porque me han hecho ver que Podemos no tiene nada que ver, porque está el día entero discutiendo, cosa que no hacen el resto de partidos (esta sí que fue buena).
Les quiero, porque gracias a ellos he podido ver (aunque sólo fue un ratito) mis cuernos y mi rabo.
Al final me cansé, claro. Lo bueno, si breve... Por eso terminé empachado, harto, colmado... Y un poco revuelto. Es lo malo que tiene tragar raciones de votantes tan grandes.
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