miércoles, 31 de diciembre de 2014

Capítulo 1.245. ¡Feliz Año Nuevo!


Creo que podré ser más optimista cuando, al pasear, no me encuentre gente rebuscando comida en la basura.

Creo que podré ser más optimista cuando no se me llame traidor, desde el gobierno, por no sonreír cuando ellos lo ordenan.

Creo que podré ser más optimista cuando dejen de reírse de nosotros los que nos han llevado donde estamos.

Creo, en fin, que podré ser más optimista cuando mire el telediario y no vea los rostros de siempre sonriendo a nuestra costa.

A pesar de ello, ¡¡¡Feliz Año a tod@s!!!

domingo, 28 de diciembre de 2014

Capítulo 1.242. Inocentadas.

Artículo y chiste para http://salamancartvaldia.es/
Inocentadas.

En el bar de Emilio se respiraba aire de decepción. Por mucho que nos esforzásemos los unos o los otros en gastar alguna inocentada ingeniosa, no lográbamos superar la del gobierno. Ésa, magistral, que se anunciara días bajo el epígrafe de que éstas son las navidades de la recuperación.

En una esquina del centro de la ciudad, delante del escaparate de una zapatería, un hombre bien cuidado y limpiamente vestido pide dinero a los viandantes. En un cartel nos recuerda que lleva demasiado tiempo en paro y que no recibe prestación alguna por el desempleo.

Quizás este hombre no sea más que uno de los monigotes que nos cuelgan en la espalda este día con frases rimbombantes que nos martillean al ritmo de “lo malo ya ha pasado”.

Dice Nekane, mientras pide otra ronda, que lo del gobierno no son inocentadas, que las inocentadas nacieron con vocación de divertimiento y que declaraciones como las de Rajoy o Cospedal, lejos de entretenernos o alegrarnos nos amargan, nos insultan.

Emilio rellena los vasos de vino peleón. Un plato de mejillones con tomate humea recién servido.
Los brotes verdes de las mentiras han crecido con raíces vigorosas. La planta de la falsedad nos habla de recuperación, de alegría y de trabajo bien hecho por parte del ejecutivo.

Discretamente miro mi espalda por si Wert me ha colgado otro muñeco de los inocentes.


domingo, 21 de diciembre de 2014

Capítulo 1.235. La Constitución y la fiscalía general del Estado

Artículo y chiste para http://salamancartvaldia.es/
Constitución y fiscal general del Estado.

Que la Constitución es una especie de chapuza, cada vez más caduca, es algo que niegan sólo aquellos que viven bien a su costa.

Que no está adaptada a los tiempos y que, en lugar de resolver problemas crea muchos otros, es algo que niegan sólo quienes se aprovechan de tales conflictos.

Resulta, que ya es mucho resultar, que la Constitución proclama la separación de poderes, pero impone que sea el ejecutivo el que elija a los que han de mandar en el poder judicial. ¡Ja! ¡Toma separación de poderes!

Que los fiscales (como figura) están al servicio del gobierno, se empeñan en demostrárnoslo en a fuerza de infantas, presiones, Cataluñas y Alicias Sánchez Camacho metiendo la nariz en asuntos que no le competen (y que le quedan muy grandes). Pero así es nuestra Constitución, esa que votaron los que nacieron en 1958, esa que me espanta y me asquea cuando de Justicia se habla.

Mientras tanto, los Rajoy y los Sánchez se miran con sonrisa sardónica y nos marean con indefiniciones que sólo buscan perpetuar los problemas, claudicar de cara a un estado de derecho bien construido.

Luego se quejan de la “desafección” de los ciudadanos.


domingo, 14 de diciembre de 2014

Capítulo 1.228. "El dolor de los parados"

Artículo y chiste para http://salamancartvaldia.es/
El dolor de los parados.

Ignoro qué cadena de radio escuchó o qué mezquino programa de televisión vio Emilio el otro día, pero nos sorprendió en la tertulia con un comentario que hizo que hirviese la sangre de cuantos le escuchaban.

-        El dolor de un albañil por estar en el paro, siempre será menor que el dolor que siente un licenciado.

Así lo dijo. De verdad. A dolor vivo. Y se quedó tan pancho.

Nekane, con los ojos desencajados, no sé si por la incertidumbre o por la rabia, preguntó…

-        ¿Qué? ¿Qué has dicho? O, mejor, ¿qué has querido decir?

-        Pues claro, por las expectativas –argumentó el camarero-

-        ¿Cómo que por las expectativas?

-        Sí, mujer. Si un albañil encuentra trabajo de albañil, es el hombre más feliz del mundo. En cambio, si un licenciado no encuentra trabajo de lo que se ha preparado, es un desdichado. No se cumplen sus expectativas.

Durante un instante no supimos si romper a reír. El problema es que Emilio lo decía en serio.

Con la fuerza de su razonamiento, el hambre del albañil siempre será menos dolorosa que el hambre del licenciado: claro, las expectativas del albañil le hacen tener hambre de lentejas, mientras que el licenciado tiene hambre de langostinos. El parto de la mujer del albañil dolerá menos que el parto de la esposa del licenciado: el uno, sólo ha oído hablar de la epidural, mientras que el otro quizás la haya estudiado en la carrera… Y, ¿por qué no ir más allá?, el amor que pueda profesar el albañil a su pareja, será menor que el que siente el licenciado. No hace falta que lo explique, ¿verdad?

No sé de dónde sacó Emilio tamaña estupidez. Es, sin duda, digna de la COPE más rancia, o de 13tv. Tal vez sea cosa de Intereconomía en boca de cualquiera de sus contertulios… Pero así lo soltó. Juro que es cierto lo que digo. Eso argumentó.

Que determinados sectores de la derecha están desbocados, es algo que se ve hace tiempo. Que sus razonamientos sean cada vez más estúpidos y peligrosos debería preocuparnos. Y mucho.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Capítulo 1.221. Luchar contra la corrupción.

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Para atajar la corrupción...

Andaba de uñas Emilio en el bar, maldiciendo porque los de siempre se negaban a hacer un pacto de Estado tendente a poner freno a tanta corrupción con la que nos desayunamos cada día.

-        Eso es que quieren proteger a los andaluces” Terminó espetando.

Nekane, que lleva unos cuantos días guerrera con tales aseveraciones, preguntó.

-        ¿A quién se supone que quiero proteger yo?

De sobra sabemos que la vasca está muy lejos de militar en el socialismo del PSOE y, sin embargo, se muestra muy crítica con la reforma que quieren emprender los chicos del PP. Y se explicó.

-        Que la propuesta estrella sea limitar el tiempo del proceso de instrucción es lo mismo que prometer que para acabar con el hambre en el mundo se obligará a todos los pobres a comer tres veces al día. ¡Y ya!

-        Si es que lo queréis todo. Queréis medidas, pero no os gusta ninguna.” Se revolvió Emilio dentro de la barra.

Nekane, que se ha explicado muchas veces, miró al camarero con dureza…

-        Mas investigadores, más jueces, mayores penas. Que jueces y política viajen por caminos separados y nunca, nunca, vuelvan a encontrarse. Y que se trabaje en serio contra los paraísos fiscales. Que paguen quienes promovieron amnistías fiscales y que cualquier control no lo ejerzan los amigos, sino los independientes.


-        Tú eres una anitisistema.” Fue lo único que supo argumentar Emilio.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Capítulo 1.214. Sobre cómo sobra la corrupción.

Artículo y viñeta para http://salamancartvaldia.es/
Sobra la corrupción.

Termino de pedir un tinto en el bar de Emilio. La verdad es que voy a tomarlo más tranquilo que nunca. Rajoy ha despejado todas mis dudas, ha alejado todos mis temores. El preboste de España ha afirmado que la corrupción no está generalizada y, oye, he respirado a gusto.

Es que yo pensaba que… Y resulta que no, que la clase política es sobre todo honrada y que sobre eso no cabe ninguna discusión.

Qué rico me va a saber el vino hoy, ahora que sé que el marido de Ana Mato es una excepción; ahora que me han informado que el hecho de que el PP tenga caja B, no es, para nada, la norma; ahora que soy consciente de que los Bárcenas, Pujol, Matas, Fabra y tantas otras alimañas, son producto fortuito de una sociedad política bien asentada y con escasas fisuras en su honradez.

Emilio acerca la botella a mi vaso y sonrío al recordar lo rico que va a saberme el vino, símbolo, en mi caso, de la tranquilidad que me da saber que quienes deciden los designios de mi economía, quienes organizan la educación de mis hijos, quienes gestionan nuestra sanidad… son buena gente, tipos honrados a carta cabal.

¡Qué mala suerte tengo!

¡Qué mala suerte! De verdad.


Para un día que el vino iba a saberme bien… Para un día en el que no hay nada que me amargue este momento… Para un día que soy feliz… Va el vino, y está picado.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Capítulo 1.207. "Famosos entre rejas"

Para salamancartvaldia.es
Famosos entre rejas.

¡Qué risa, oye!
Pues no van y nos dicen que Isabel Pantoja, viuda de España, corrupta de Marbella, no gozará de beneficio alguno en relación a otros presos.

¡Qué risa, oye!

Y yo que pensé que eso de escoger presidio era un privilegio, que eso de disfrutar de celda individual era un privilegio… Menos mal que ahí están gobierno y Justicia (sic) para sacarme de mi error y demostrarme que el famoseo no goza de prebendas, arbitrariedades o cosas oscuras de esas que nos imaginamos los malpensados.

¡Qué risa, oye!

Saber que Bárcenas o Blesa (cuando estuvo) pudieron escoger menú, tuvieron acceso a economatos y se sintieron libres (aunque entre rejas) para hacer cosas que a otros les están vedadas.

¡Qué risa, oye!

¡Qué risa que también haya cárceles con barrotes de oro, cárceles construidas con nuestro dinero y que pagamos todos!

Y qué suerte Pantoja, que ha ido a dar con sus huesos a una de ellas.

Y qué pena pensar en los García, Pérez, Hernández… que ni les llaman Blesa, ni tienen por apellido Pantoja.


domingo, 16 de noviembre de 2014

Capítulo 1.200. "In-Inde-Independencia"

Artículo y viñeta para http://salamancartvaldia.es/
In-Inde-Independencia.

La bronca que le echamos a Emilio, el camarero, en el bar. Y con razón. Veíamos la tele. Seguíamos el circo ese que se ha montado en Cataluña entre los que tienen negado el derecho a decidir y los que lo prohíben (acostumbrados, como están, a menguar cuanto atisbo de libertad caiga a su alcance). Aparecía en la pantalla el dueño de Feixenet, empresa de cava que no anda en sus mejores momentos anímicos. El hombre se aliaba del lado españolista, se declaraba español y se quejaba de cómo hacen las cosas los independentistas, algunos de los cuales han pedido un boicot a sus productos.

Emilio, con más cinismo que sentido común, nos puso este caso como ejemplo de intransigencia, como paradigma de lo que le sucede a quien es consecuente con su españolismo y su ideología. Y alabó la valentía del empresario.

No quiso decirnos, sin embargo, que hace unos años, cuando se llevaron los primeros papeles del Archivo de la Guerra Civil él se sumó a la campaña de boicot a todo lo catalán, y en su bar dejó de servirse el cava, fuese o no de las españolísimas bodegas de Freixenet. Tampoco quiso reconocer que el cava ha desaparecido de su bodega coincidiendo con el anuncio de la consulta. Fuese o no del españolísimo Freixenet.

Tanta hipocresía nos sublevó y acabamos arrinconándole en lo más oculto de su ideología reaccionaria, de su troglodítica manera de pensar, y de su incoherente parecer para el que los catalanes son demonios digan Cataluña o griten España. ¡Así nos va!

Los suyos nos dirán luego que mimaron a Cataluña, olvidando eso de que Wert se empecinara en “españolizar” a sus niños. Los populares nos dirán que son los catalanes los que se alejan, ignorando la cantidad de cientos de miles de Emilios que iniciaron un  boicot (y muchos lo mantienen) a todo lo que huela a Cataluña, sin importarles si la bandera es estrellada o rojigualda.

Emilio es un impresentable y su ídolo, Rajoy, un innombrable al que le cabrá en su día (y así lo dirá la historia) el mérito haber sido el presidente que más ha hecho peligrar la unidad de España. Y eso que presume de amarla, quererla y defenderla hasta la médula.