lunes, 9 de enero de 2012

Capítulo XV. Tengo hambre (I). La envidia. Donde se refiere el extraño comportamiento humano y cómo el que más tiene, acaba deseando tanto, que envidia, incluso, lo que todos detestan.

Erase que se era, ese tiempo maldito en el que miseria y opulencia convivían en vecindad.
Erase, que las gentes de bien pensaban que era moda pasajera y que, antes o después, se aproximarían los unos a los otros.
Erase que los ricos urdieron un plan para que jamás fuera así, mientras los pobres, ignorantes, siguieron soñando con un mundo sin tantas diferencias.
Erase una conclusión inevitable: cuanto menos rico, más ingenuo; cuanto más ingenuo, más tonto. Y así sigue yéndonos.


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