sábado, 21 de enero de 2012

Capítulo XXVIII. Justos por pecadores. Ejemplo y guía de cómo arrasar lo sano por reducir lo podrido. Y cómo acaban en el cubo de la basura los que no han hecho mal a nadie castigados por las faltas de los pecadores.


Tiempos son de leyes de difícil entendimiento. En casa, y fuera de ella.
Tiempos en los que los más poderos, por eliminar la ponzoña, evacuan el néctar por el sumidero.
Que nadie se queje: la sartén era suya. Nosotros les otorgamos el rango de cocineros.

2 comentarios:

  1. Te tenía perdida la pista y he encontrado tu blog de casualidad.
    ¡Que bien ver que sigues igual de cañero que siempre!
    Te sigo.

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  2. ¡Qué placer verte por aquí!
    La verdad es que el blog, después de muuuucho tiempo parado, lo recuperé hace poco menos de un mes, pero con ánimo de mantenerlo en funcionamiento.
    Nos leemos.

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