Quisieron agujerear el arco iris, sin darse cuenta de que la luz no se traspasa, no se hiere.
Quisieron maltratar las diferencias sin pensar que se retrataban como bestias, como salvajes.
Quisieron golpear las conciencias y nos pusieron un casco que nos hace más fuertes. Más fuertes contra los homófobos, contra los descerebrados.
Quisieron traspasar la sonrisa. Eso sí lo consiguieron... Durante unos segundos. Sólo durante unos segundos. Nuestra venganza consistió en mirar a los ojos a los asesino y sonreír. Sonreír como locas, como locos. Entonces supieron que no nos había derrotado.
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