domingo, 25 de marzo de 2012

Capítulo LXXXVI. Suicidio. De cómo nos asustamos al descubrir lo obvio, lo que nos convierte en vulnerables. Y donde se nos muestra que nuestra sorpresa no es menos sorpresa por ser previsible.

Lo que tardamos en darnos cuenta
de aquello que todo el mundo ve.





Dicen que el primer paso para resolver un problema
es tomar conciencia de que existe.
El problema es saber si nos van a permitir dar el segundo paso,
y el tercero, y el cuarto...
Y es que aquellos a los que les permitimos
ostentar el rango de amos siempre querrán ser los amos.

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