domingo, 15 de abril de 2012

Capítulo CXVI. Feria de abril 2012. En el que se cuenta cómo, cuanto más grande es la crueldad, mayor es la víctima elegida. O de cómo mis sentimientos equiparan toros y elefantes en este mes lleno de matanzas en el coso sevillano. ¡Y olé!

No existen las banderillas de castigo. Sólo existen las vergonzosas.
¡Ay!
Que hemos puesto en grito en el cielo
(y con razón) porque el monarca sale de cacería
y se dedica a matar paquidermos.

¡Ay!
Que nos olvidamos (sin recato)
de que la maestranza se viste de duelo,
camuflado en forma de fiesta para entretenimiento
de unos cuantos hombres defensores
de divertimentos trasnochados.

¡Ay!
Que nos queda tanto por hacer
y tan poco tiempo...

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