Ahí la tenemos, defendiendo (y ejecutando) la política de la exclusión de los menos acomodados: la educación, para los ricos; la sanidad, para los ricos... Y ahora la última: la política, también para los ricos.
Claro, que a fuerza de pedir honradez y transparencia se lo hemos puesto muy fácil. Y es que no tiene (no quiere tener) término medio.
En Castilla la Mancha sobra, como mínimo, un sueldo: el de María Dolores Cospedal.
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