Capítulo 1.720. La línea roja del PP

Algunas veces pienso que el publicista del PP es de Podemos o guionista de telebasura. Lo fácil que nos lo están poniendo para reírnos con sus ocurrencias y sus disparates.

Capítulo 1.719. Dañar la economía

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Algunas veces creo que en lugar de vino tendría que pedir aguardiente en el bar de Emilio. Por eso de aguantar las tonterías que hay que oír, digo.

Lo malo no es que Rajoy afirme que Colau o Carmena dañan la economía. Lo malo, es que muchas personas, como Emilio, se lo creen y hacen de ello religión, mandato inquebrantable.

Necesitamos más de un año para poder evaluar resultados, desde luego. Necesitamos, al menos, cuatro para saber que quien critica lo hace desde la ausencia de credibilidad económica: es decir, desde el incremento de la pobreza; desde el vaciado de la hucha de las pensiones; desde el récord de deuda.

Emilio, sin embargo, nos habla de creación de empleo, olvidando que muchos trabajadores (de los que tienen contrato y sueldo) viven por debajo del umbral de la pobreza. Emilio olvida, también, que los contratos son precarios, que la clase media está a punto de desaparecer.

Rajoy, que manda cartas a Europa contradiciendo lo que dice en España, vuelve a mentirnos con descaro. Y seguirá haciéndolo. Los Emilios son legión en España, y ya se sabe que la legión vota mayoritariamente a la derecha.

Capítulo 1.718. Lo mejor de la visita fue...

Las declaraciones de Albert a su regreso de Venezuela no tienen desperdicio. Le preguntan si Venezuela es una dictadura, a lo que responde que peor aún, porque en las dictaduras hay una cierta paz y orden.
Se le ve el plumero, se le nota a la legua.
Dios nos libre de la paz y la libertad que nos pregona.

Capítulo 1.717. Para ir a la derecha.

Quien no pacta conmigo cuando pacto con la derecha, es que es de derechas. Ésa es la lectura que yo hago de aquel pacto entre PSOE y C's auspiciado por un Pedro Sánchez empeñado en que nada cambie.
Lógico, a ellos no les ha ido tan mal en este tiempo. El PSOE es el partido que más tiempo ha detentado el poder en la España democrática (sic).
Alguna cosa buena hizo. sí. Lo demás se resume en pactar con la derecha, bien para modificar la Constitución, bien para impedir que se adopten medidas diferentes a las actuales, que ya han demostrado que no funcionan.

Capítulo 1.716. El vaso

En cualquier parte del mundo, un vaso puede verse medio lleno o medio vacío. Menos en España, claro, donde el vaso no se ve. Alguno de los muchos listos que pueblan el poder se lo habrá llevado a un paraíso fiscal, o lo habrá guardado, bajo llave, en su Caja B.
Definitivamente, España no es diferente, es idiota por consentirlo.

Capítulo 1.715. Comida gratis

¡Qué harto estoy de que nos traten como a tontos! ¡Qué cansado de tantas manipulaciones!
Que no haya comida en Venezuela es un drama, sin duda.- Incluso puede que nos hable de lo mal que se hacen las cosas allí. Pero me indigna ver más imágenes de estanterías vacías en los supermercados caribeños, que de españoles rebuscando alimento en los contenedores de basura. Y, ésos, los hay a cientos.
No se habla de los sintecho, de quienes duermen en cajeros, de quienes se tumban en un banco de cualquier parque.
No se habla de desnutrición infantil, ni de tantos otros dramas como presiden la vida de millones de españoles. Ni del gobierno que los mantiene en la miseria.
¡Ni del gobierno que los mantiene en la miseria!

Capítulo 1.714. Voto de pobreza

Mientras la baronesa Thyssen afirma que ser rico es muy duro y conlleva mucha responsabilidad, yo me reafirmo en la desvergüenza que tienen los cuatro indeseables que acaparan las fortunas en España. Gentes que no viven con los pies en la tierra, sino que reposan montados en nubes... Nubes de dinero, claro está.
No fuera malo que, mediante ley, se le despojase de una buena parte de sus responsabilidades; que, por mor de ayudar a preservar su salud, se le aliviase del estrés y se la convirtiera en alguien más normal, menos rica... Alguien sin problemas ni responsabilidades.
Tomaduras de pelo consentidas, mimadas desde un sistema que promueve la desigualdad y las tropelías.

Capítulo 1.713. El afilador

Con la boca pequeña nos dice las cosas a los españoles: que si lo peor ha pasado, que si la economía va bien, que si somos la locomotora económica de Europa.
Con la boca pequeña hace las cuentas a Europa: que si nuevos ajustes para evitar la multa, que si contención del déficit.
Al final volveremos a pagar... Pagaremos por la "herencia recibida": la de las mamandurrias, la de la corrupción y los tantos por ciento. La de una España gobernada como si de una finca particular se tratara.

Capítulo 1.712. Voto útil

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Lo que nos reímos ayer en el bar con Emilio. El pobre anda con la cabeza reventada por las dudas y los razonamientos. El pobre sigue queriendo castigar al PP por la corrupción, el descaro y el despilfarro, pero anda agobiado por si los comunistas coronan la Moncloa.

Si por él fuese, repetiría el voto a Ciudadanos, a pesar de que no le gustó el pacto con el PSOE, pero le tienta el voto útil.

La de juegos de palabras que hicimos con eso del “voto útil, pero el que más nos entretuvo fue el que demostraba que el voto útil, en este caso, alienta a los inútiles: a los que no han frenado la corrupción, sino que la han enmascarado y favorecido; a los que han arruinado las arcas de las pensiones; a los que nos tienen a vestir santos, aunque para ello tengamos que desnudar a las mismísimas vírgenes.

Y Emilio, erre que erre con su duda.

Al final votará a Rajoy. Es que lo del miedo ha funcionado siempre. Y eso que aún  no se ha podido demostrar que los de la extrema izquierda tengan cuernos y rabo.

Capítulo 1.711. Se estrelló con la estelada

Ganas de marear la perdiz. Ganas de exacerbar los ánimos tratando de hacer que parezca lo que no es.
Rajoy es el que más está haciendo pro la independencia de Cataluña, el que más está trabajando para camiar voluntades, el que más solivianta conciencias tranquilas a fuerza de querer prohibir, castrar, ver fantasmas donde quiere inventarlos.
Lástima de gobernante. Pena de España.

Capítulo 1.710. Los refugiados que quiere el gobierno de España

España anuncia que traerá una nueva "remesa" de refugiados. Supongo que a euro el cuarto y mitad de kilo. Supongo que a céntimos, por rebajas debidas a la campaña electoral.
Mientras tanto, seguirán sufriendo las gentes, seguirán siendo enviadas a Turquía, donde sus penalidades no son más que continuación de todo lo que han sufrido ya.
Se me cae la cara de vergüenza al llamarme europeo. Somos bárbaros, somos despiadados. Somos asesinos.

Capítulo 1.709. El ángel de la guarda

Cada vez más radical. Cada vez más impresentable. Cada vez más hipócrita con aquello en lo que dice creer. Lo suyo no es religiosidad, sino fanatismo; lo suyo no es amor al prójimo, sino odio infinito.

Capítulo 1.708. Los nuevos ricos

Desde su agujero de poder, la cucaracha madre gritaba que lo estaban haciendo muy bien, que la prosperidad crecía, que a los insectos les iba mejor.
Desde la realidad de su miseria, la inmensa mayoría de seres sentía hambre, Sólo algunos prosperaban, los intocables, los elegidos. Lloraba: a ellos nunca les dejarían jugar en esa selección.

Capítulo 1.707. Los chistes de Jorge Fernández.

¡Que tenga el valor de decir estas cosas...!
Ayer sentaron en el Congreso a Gómez de la Serna y hoy nos cuenta eso. Mantienen en la mesa del Senado a Rita Barberá y nos habla de bien común y de teatro.
No sé si han perdido el norte. La ética la perdieron hace mucho.

Capítulo 1.706. El espíritu del 15M

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Estamos cansados de elecciones, de discursos repetidos, de argumentos manidos y estúpidos. Agotados de tantas prepotencias y hartos de nuestra propia impotencia.

Las elecciones, así, como se nos plantean, no son más que una excusa para dilapidar dinero, para derrochar energías y defraudar ilusiones.

En el bar de Emilio recordamos el 15M con una sonrisa en los labios: el desafío, la acampada, las consignas… El poder de la imaginación. Ninguno de nosotros estuvo en la Puerta del Sol, pero seguíamos los acontecimientos con la ingenuidad de quien espera que todo vaya bien, que las ideas triunfen sobre el dinero, que la ideología deje de ser una palabra.

Unos años después celebramos algunos éxitos y nos defraudamos con muchas personas. Tiempo después, la asamblea fue trocada por esta estafa que llaman democracia, y a muchos de los que nos parecieron íntegros les ha picado el mosquito de la avaricia y la presunción. No roban dinero, pero defraudan ilusiones. No están en los tribunales, pero deben ser juzgados con especial dureza por adulterar las ideas.

Cada vez me recuerdan más a la casta que aborrecían. Cada vez me sugieren más los repetitivos tics de quien no cree en la gente y se paga a sí mismo.

Lástima de oportunidad perdida. Pena de oportunidad robada.

Capítulo 1.705. Derroche electoral

No son capaces de ponerse de acuerdo sobre cómo ahorrar dinero en una campaña electoral y pretenden que nos creamos que van a saber gestionar la economía de España.
Claro que SOBRE eso ya nos han dado muchas lecciones.

Capítulo 1.704. Billetes de 500

Siguen tratándonos como tontos.
Legislan para que creamos que hacen lo que nunca harán.
Nos cuentan que desaparecen los billetes de 500 € y no es verdad. Hace tiempo que desaparecieron ocultos en sobres, en cajas B, en estafas a los ciudadanos.
Y eso no va a cambiar.
Nos toman por tontos. Algo de cierto hay en ello.

Capítulo 1.703. El gran debate.

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Las patatas bravas que nos ha servido Emilio en el bar no pican. Esa contradicción nos sirve para hacer un paralelismo con lo que ocurre en política en estos días, cuando un Presidente (en funciones) nos cuenta que le da pereza participar en debates electorales, porque hay que prepararlos bien, hay que documentarse…

Digo yo, que un demócrata que no habla, es una estafa, como estafa es que te ofrezcan patatas picantes en las que el kétchup vence a la cayena. Claro que no creo que sean capaces de verlo los millones de españoles apartaron la vista para no mirar cómo ese mismo Presidente (hoy en funciones) nos prometió que no recortaría en sanidad ni en educación, que no subiría los impuestos, que no saquearía las arcas de la seguridad social.

Debe ser por eso –me interrumpe Nekane- por lo que no quiere debatir, para no pillarse los dedos, para no decir lo que luego no va a cumplir.

Le llevo la contraria: está tan acostumbrado a mentir, que lo hace con absoluta naturalidad.

Emilio, que está al quite de todo, nos trae el botecito de tabasco y lo deja junto a la ración. Me río, veo en ese gesto una nueva alegoría de la España de 2016: la chapuza se arregla con parches: en lugar de hacer bien las cosas en la cocina, ponemos remedios caseros, perores en sabor y más caros.

Definitivamente España es como un bar de barrio en el que se tapan las chapuzas con más chapuzas. A las pruebas me remito, y llamo pruebas a la amnistía fiscal y su colofón en forma de papeles de Panamá.

Capítulo 1.702. El País cumple 40 años

Lástima de traición al lector.

Lástima de traición al ideario.

Lástima de traición a la ideología.

Capítulo 1.701. Sindicatos desaparecidos

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Hoy iré tarde al bar de Emilio. Quiero pasear por las calles junto con cuatro o cinco trabajadores que siguen creyendo en esto del 1 de mayo. Quiero echar de menos a sindicatos y sindicalistas. Quiero constatar que los Toxo, Álvarez y otros usurpadores del espíritu de los trabajadores, están desaparecidos, que no existen, que pasean a nuestro lado como fantasmas de lo que fueron los sindicatos en otro tiempo.

Hoy, primero de mayo, quiero avergonzarme de los grandes, porque son los más pequeños. Quiero recordar que CCOO y UGT han sido los grandes ausentes de la crisis, que no se han movido, que han trabajado (desde la sombra) para que el Partido Popular pudiera recortar sueldos y derechos, castrar libertados y opiniones.

Hoy veré, una vez más, cómo el puente hace mella en las voluntades de los trabajadores. Escucharé las carcajadas de los gobernantes, de los empresarios, de esa banca que endurece las condiciones a sus clientes porque sólo gana miles de millones, cuando quiere más. Y suspenderé a Toxo, como ayer suspendí a Méndez. Y miraré de reojo a Álvarez, con el miedo de quien ve la segunda parte de Méndez.

Hoy no sé si CCOO y UGT me dan más pena o más asco.