La imagen del rey pierde enteros, y no es para menos.
Durante 2012 hemos visto cómo vive, cómo piensa y cómo actúa su majestad. No nos ha gustado.
No nos ha gustado, porque no se corresponde con esa "marca" de dicharechero, espontáneo, cercano.
Yo no me siento cerca de quien se va de caza con jeques árabes. No me siento cerca de quien, tras amasar una inmensa fortuna, dice sentirse cerca de los que sufren e intenta avalar su razonamiento bajándose el peculio en una miseria en el total de su riqueza.
El gobierno está preocupado, no quieren ver el horizonte de regímenes más democráticos. Por eso ha emprendido una campaña para "lavar" la imagen de su majestad. A su servicio, la televisión pública, que emite reportajes y entrevistas. En su contra, la realidad, que nos muestra lo que es el jefe del estado español. Lo que es y cómo se comporta.
Es curioso que la casa real se sostenga con los impuestos de los contribuyentes, y que el yerno del rey no lo haga.
ResponderEliminarAdemás, el rey cobra un sueldo, vale, su esposa, otro, vale, su hijo y heredero otro, bueno.. ¿Pero por qué cojones tienen que cobrar retribuciones sus hijas y encima representar al país en actos oficiales? ¿No son unas privilegiadas que han recibido la mejor educación, y tienen puertas abiertas en todas partes para acceder a un trabajo?
Esta monarquía huele mal. La reforma constitucional debería empezar eliminando el título referente a la monarquía y proclamar la España Republicana.
¡Ya está bien de sostener instituciones feudales en pleno siglo XXI!
¡Ya está bien!
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