Decir que el mundo defiendo la paz, es tanto como decir que los macarrones con tomate saben a marisco, o que la calidad de enseñanza se consigue en los despachos del Ministerio de Educación.
También nosotr@s somos responsables. Por omisión, por cobardía, por comodidad... Porque no nos importa nada que no seamos nostr@s mism@s.
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