El alma de todos debería llamarse Valencia |
Hallarán excusas quienes quieran encontrarlas, pues estarán acostumbrados a ver sólo lo que hay dos metros antes de la lógica.
Verán comportamientos racionales donde otros vemos únicamente sinrazón.
Sentirán que se ha hecho lo debido, aquellos que tienen los ojos vendados por papeles que ordenan castrar miradas, sentimientos, miedos y razones.
Y tras todo esto, hablaremos a los jóvenes de leyes, de respeto, de justicia. Y ni leyes, ni respeto, ni justicia podrán ver en nuestro ejemplo.
¡Qué miedo!
¡Qué fiasco!
¡Qué asco!
¡Qué asco!
¡Valencia!
qué blog más cañero! muy bien!!!
ResponderEliminarGracias, Elisa.
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