Y a la estupidez la llamó coherencia (pero no coló). |
Quiso jugar a ser tirano y se vio obligado a claudicar de su idea.
No se apeó de la burra y la rendición le costará millones (que no tienen) a los contribuyentes asturianos.
Mediocre. Mediocres los que le rodean. Mediocres cuantos le amparan.
Tributo a la necedad y a la falta de inteligencia
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