Dentro de poco nos pedirá
que seamos sordos, y ciegos;
que no comamos, que no bebamos;
que no sintamos ni padezcamos;
que nos pleguemos a sus voluntades
y a sus deseos a la voz de
"Usted manda, don Mariano,
nuestro señor y nuestro amo".
que no comamos, que no bebamos;
que no sintamos ni padezcamos;
que nos pleguemos a sus voluntades
y a sus deseos a la voz de
"Usted manda, don Mariano,
nuestro señor y nuestro amo".
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