Capítulo 338. La deuda y los intereses. Tontos somos hasta las uñas de los pies. Primero nos dijeron que la burbuja inmobiliaria, y les creímos; después, que nosostros, que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades, y les creímos; luego, que los mercados, y les creímos. Pues no, ahora ni burbujas, ni posibilidades, ni na de na: los intereses, que se comen todo nuestro esfuerzo. Lo que no nos cuentan, es que el cobro de eses intereses sigue yendo, como siempre, a las manos de los de los de siempre. Pero eso no nos lo terminamos de creer.

¿Quién cobra los intereses?
¿Quién se lucra con nuestra penuria?

Reviento la prima de riesgo

porque me interesa.

Retengo información aunque se hunda la bolsa,

porque me interesa.

Soy el campeón haciendo crecer los intereses

cuando me interesa.