Los unos sufren la pobreza energética. Los otros se ríen mientras suben las tarifas. Las gentes no cuentan, no son importantes. Lo principal es la pela. Lo accesorio, que algunos se pelen de frío.
Con la bendición del gobierno, las industrias energéticas nos hacen vivir un infierno sin calefacción, sin luz, sin comida caliente... ¡Con la bendición del gobierno!
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